Dos cortes a caricia,
una cicatriz de abrazo,
café dulce, D
de Domingo.
Nunca nadie llora
en el supermercado.
Que soberbia,
bella audacia al fin,
el no haber nacido
muerto.
Se puede escribir un poema
a ciento diez kilómetros por
hora.
Quien consigue tu desvelo
¿se sonríe
en las autopistas?
J.
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