lunes, 16 de mayo de 2016

Dos cortes a caricia,
 una cicatriz de abrazo, 
café dulce, D de Domingo. 
Nunca nadie llora 
en el supermercado.
Que soberbia, 
bella audacia al fin,
el no haber nacido muerto.
Se puede escribir un poema

 a ciento diez kilómetros por hora.

Quien consigue tu desvelo
 ¿se sonríe en las autopistas?
  
J.

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